EN TU RECUERDO
NO VIVAS PARA QUE TU PRESENCIA SE NOTE, SINO PARA QUE TU AUSENCIA SE SIENTA (BOB MARLEY)
Hoy comenzábamos la andadura del segundo trimestre, con el semblante sombrío y triste. Hacía sólo unas pocas horas que perdíamos a una compañera, Dulce. Yo pierdo algo más, una gran amiga, mi confidente, mi alma gemela, irreemplazable.
Durante años se volcó en la educación de los niños. Profesional de gran altura, dio lo mejor de si misma. Fue una luchadora incansable de los derechos laborales y sociales.
Algunos pensarán: ¡qué fácil es alabar al que ya no está! para mi no lo es. Es una verdad.
Poco amiga de alabanzas, casi puedo escuchar sus palabras en mis oídos ante los elogios: " Antoñita, no digas gilipolleces".
Desde ese primer día en que nuestras miradas se cruzaron en aquellos salones de la universidad laboral al opositar, surgió la magia. Nunca imaginamos entonces, todo lo que iba a unirnos.
Durante estos últimos días, en los que sabía que te perdía, mil imágenes han pasado por mis ojos. ¡Tantas vivencias amiga, en estos 32 años! ¡Tantas conversaciones! que ahora, me cuesta acostumbrarse a este silencio.
Hemos perdido tu cuerpo, tu presencia, pero nunca, jamás, perderemos tu esencia.
Hasta siempre amiga.